Está configurado por una pedagogía personalizada y personalizante, capaz de asumir y respetar la persona de cada alumno y ayudarlo a crecer desde su interioridad y desde el reconocimiento de sus potencialidades. Pedagogía que implica el respeto a las diferencias, a los intereses y a los personales tiempos de maduración.
El Colegio procura configurar “un ambiente escolar animado por el espíritu evangélico de libertad y caridad” (y se inspira en el Sistema preventivo de San Juan Bosco) para fundar los criterios y normas de convivencia en pos del bien común. Ello requiere la comprensión, libre adhesión y participación de todos los integrantes de la comunidad. Los educadores desde una actitud preventiva, acompañan al alumno para orientarlo promoviendo espacios favorables a las acciones virtuosas y evitando o previniendo situaciones negativas.